Año 3018 de la Tercera Edad.

El invierno asoma sus garras en Eriador. La sombra de una guerra definitiva contra Sauron se alarga hasta estas tierras solitarias, antaño el hogar de nobles reyes que sucumbieron al influjo del Rey Brujo de Angmar. En estos días apenas queda huella de su pasada gloria; todo son ruinas y olvido. Solo unos pocos montaraces mantienen la esperanza del retorno de su Rey.

Pero el olvido no tiene cabida en Rivendel, la Última Morada al Este del Mar, ya que allí se conserva como legado del Reino de Arnor todo lo encontrado a lo largo de los años.

Sin embargo, un plan ha sido fraguado en secreto en estas tierras; un plan cuyo objetivo es traer una llama de esperanza que sirva de faro en estos tiempos aciagos.